6 consejos para quienes planean una reforma del baño

 1. Piensa en el mobiliario con antelación

En el cuarto de baño se colocan los accesorios de fontanería, la lavadora, el calentador de agua, los cajones, los armarios y las estanterías. Piensa en su posición de antemano y márcalos en un plano. Esto permitirá a los trabajadores de la construcción orientar dónde hacer las tomas de agua y alcantarillado.

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2. Instalar el calentador de agua.

O al menos preparar para ello una toma de corriente y un enchufe.

Tarde o temprano, los meses de verano sin agua caliente le harán comprar un calentador de agua. Necesitarás acceder al cableado y a las tuberías para instalarlo: si no te ocupas de esto de antemano, tendrás que romper las baldosas y luego volver a hacer las reparaciones. Es mejor tener las tuberías instaladas desde el principio, ya que luego sólo hay que comprar y conectar el aparato.

3. Cuidar la impermeabilidad

La impermeabilización es una parte indispensable de la renovación de su baño. Si no se impermeabiliza, el agua puede filtrarse por las grietas de las juntas. El resultado es moho, hongos o una factura de reparación del techo para el vecino de abajo.

Para proteger las habitaciones de abajo de las inundaciones, se utilizan materiales de cubierta, de recalcado y de impregnación. Los baños se sellan en su mayoría con esteras de sellado o una combinación de esteras de sellado y esteras de sellado en rollo. Hay que sellar el suelo y las paredes. No es necesario proteger el techo: es la impermeabilización del piso de arriba la que evita las filtraciones.

Suele haber tres formas de ahorrar dinero en las tuberías: comprar más barato, pedir un esquema más sencillo e ignorar las piezas innecesarias. Pero a veces esta frugalidad puede tener consecuencias desagradables.

Los tubos de agua de polipropileno son más baratos. Pero no se doblan, por lo que hay que cortarlos y unirlos con accesorios. Como consecuencia, las juntas se debilitan en algunos puntos y se producen fugas. Recomiendo los tubos de polietileno reticulado: son más caros, pero el material en sí es más fiable. También es más fácil trabajar con estos elementos, porque son flexibles y no requieren conexiones adicionales, lo que elimina los errores de instalación.

Las tuberías se conectan en serie o en paralelo (colector). La primera opción es barata, pero incómoda: si se rompe el grifo del baño, hay que cortar el agua también en la cocina. Con un sistema de colectores, cada aparato funciona por separado, de modo que si algo falla, el resto de las tuberías puede seguir utilizándose.

En las tuberías de suministro de agua siempre se instala un filtro grueso, que atrapa las impurezas más gruesas, como los granos de arena. A veces se complementa con un filtro fino, diseñado para atrapar partículas más finas. Garantiza que sus sanitarios, grifos, accesorios y tuberías duren más tiempo y que el agua salga más suave y limpia del grifo.

A veces hay una presión diferente en las tuberías de suministro de agua fría y caliente, por lo que el agua calentada vuelve a entrar en las tuberías con el agua fría: se acaba cobrando de más en el contador por el agua caliente. Para evitarlo, se puede instalar una válvula antirretorno: impide que el agua caliente vuelva a fluir hacia las tuberías de agua fría.

Ahorrar en las tuberías conlleva fugas, gastos innecesarios o molestias en el hogar. Es mejor reducir el gasto en azulejos o accesorios caros que en comunicaciones.

5. Asegúrese de que las tuberías han sido sometidas a una prueba de presión

Las tuberías del baño están parcialmente empotradas en las paredes. Si no se revisan después de la instalación, pueden tener fugas en el momento más inoportuno. Para encontrar el problema, tendrá que desmontar la pared y luego reconstruirla y terminarla.

Para comprobar las tuberías con antelación, se realiza una prueba de presión, es decir, se comprueba el sistema con agua o aire a presión. Esto ayuda a encontrar los puntos débiles del sistema de agua y a solucionarlos. Esta comprobación la realizan los mismos artesanos que instalan las tuberías.

6. Dejar las tuberías accesibles

Aunque utilices tuberías de buena calidad y las revises de antemano, no podrás eliminar por completo el riesgo de fuga: puede haber un problema en la red de suministro público o una conexión con fugas. Para evitar tener que desmontar los alrededores y rehacer las reparaciones en caso de accidente, las tuberías no deben estar sólidamente empotradas en la pared.

El acceso se realiza mediante tapas de registro. Para no sacrificar la estética, pueden cubrirse con puertas invisibles o persianas enrollables, y disfrazarse de armario instalando una puerta de mueble. Todos ellos se pueden fabricar por encargo para adaptarlos al tamaño del hueco.

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